PLANEAMIENTO Y PROYECTO URBANO EN EL AREA DE POBLENOU Y EL PROYECTO DIAGONAL-MAR

El conjunto de Diagonal-Mar constituye la actuación privada de mayor dimensión llevada a cabo en la ciudad y a la vez una pieza clave en el desarrollo del área de Poblenou. El proyecto fue impulsado primero por la empresa americana KEPRO, con una idea de promoción de terciario concentrado y posteriormente HINES que introdujo una parte importante de uso de vivienda.

La conducción municipal del proceso ha tenido diversas fases, que corresponden al cambio de enfoque de los promotores o a los diferentes equipos de arquitectos que han intervenido sucesivamente en el proyecto. Este proceso también ha tenido sus momentos críticos donde los objetivos de promoción no han coincidido con los municipales. La discusión sobre estas discrepancias ha hecho evolucionar el proyecto siempre de una manera positiva y en este aspecto los equipos de arquitectos que han intervenido en la última fase han tenido un protagonismo importante.

1. Centralidad y ruptura

Los antecedentes de la operación Diagonal-Mar hay que situarlos en primer lugar en las previsiones del PGM-76 que definía en este emplazamiento el desarrollo de uno de los centros direccionales (el de Litoral-Provençana) con usos mixtos: comercial concentrado, oficinas, equipamientos de diversas escalas, además de un número importante de viviendas y un gran parque.

El programa de Areas de Nueva Centralidad (ANC-87) situó también en este sitio una de las 12 áreas que tenían que introducir en la ciudad dinámicas centrales.

Como el resto, esta ANC buscaba un emplazamiento en los intersticios de los tejidos urbanos existentes, que pudiese articular el encuentro entre ejes urbanos o resolver tensiones entre polos de la ciudad. En este caso se trataba del punto de intersección de la prolongación de la avenida Diagonal, la rambla Prim y de la Ronda del Litoral. Tres ejes en aquel momento en proyecto y que ya en el Plan de Vías del 87 destacaban como elementos urbanos básicos en la estructuración del área del Poblenou.

La idea de centralidad y de punto de intersección de flujos, estaba presente por tanto desde el inicio de la concepción de esta zona, aunque sus contenidos, usos y dimensión, todavía evolucionaron a lo largo del proceso de gestación de su promoción.

La modificación del PGM-92 de la franja litoral fijó los elementos de partida, dado que reconoció el nuevo territorio generado por la consolidación de la costa, asignó nuevo destino a los antiguos terrenos ferroviarios y estableció los usos posibles que habían de componer la centralidad.

Es en este momento donde se fija la dimensión del techo edificable total, asignándolo a unos usos mayoritariamente terciarios. Más adelante, ya en el 98, una nueva modificación se aprobó para actualizar la propuesta y ajustarla al nuevo enfoque de promoción que como se decía incorporaba una mayor proporción de usos residenciales.

En todo este proceso, algunas ideas se han mantenido estables a pesar de los cambios debidos a la geometría del territorio, a los usos y a la forma urbana. Se pueden resumir en dos: la centralidad y la gran escala de la operación.

En el primer caso porque, como ya se ha dicho, la posición de esta pieza en relación a la estructura general de la ciudad la ha marcado siempre como un polo de confluencia de ejes aglutinadores de actividades de carácter central.

En el caso de la escala, porque su dimensión y vinculación a estos ejes básicos ha permitido pensar en equipamientos, servicios y actividades de nivel metropolitano.

Estos dos elementos, gran escala y centralidad han llevado también de manera constante a plantear la ordenación en términos de ruptura con el entorno. En este sentido, no se da prioridad a la continuidad urbana y se trabaja con formas que rompen con la idea de tejido e incluso con la referencia a parámetros habituales en la ciudad.

2. Desarrollo del proyecto

La dirección desde el Ayuntamiento del proceso de concepción y desarrollo del proyecto ha sido obviamente más compleja que en los casos en que se disponía de la propiedad del suelo y la iniciativa de promoción.

La dimensión de la pieza y las concepciones foráneas y en ocasiones descontextualizadas de los operadores, añadieron algunos grados de dificultad, en conseguir los objetivos municipales.

Uno de los principales era mantener un equilibrio entre los diferentes usos previstos. No únicamente por estar así previsto en el PGM, si no por el convencimiento de que todo y tratándose de un sistema de actividades centrales donde tendrían que existir unos usos dominantes, su combinación con otros secundarios tendría que dotar de equilibrio al conjunto.

En este sentido fue necesario, en el caso del primer operador KEPRO, negar la demanda de un techo terciario al 100% y discutir la necesidad de mantener un número sustancial de viviendas (600 viviendas) de la misma manera que más adelante, con el segundo promotor HINES, hubo que limitar el número de viviendas para reservar un techo significativo (42%) para usos terciarios, a la vez que se trabajaba en la concreción y promoción de un equipamiento de escala de ciudad adecuado.

La posición del parque fue otra de las discusiones con el promotor, y se puede decir que se consiguió la evolución de su posición y naturaleza, desde un emplazamiento marginal junto a enlaces viarios y infraestructuras costeras, hasta una situación interna pero abierta la mar, en contacto con las viviendas nuevas y con el tejido urbano del Poblenou.

La concepción inicial del promotor actual sobre las agrupaciones de viviendas en "condominios" muy cerrados sobre sí mismos, planteaba un problema claro de desintegración del conjunto, de marginación de los espacios libres, (especialmente del parque) y de falta de interactividad con las calles.

 

 

En este sentido se trabajó para que existiesen calles que diesen soporte a la edificación y para que ésta fuese contenedora de usos que produjesen intercambio con el espacio público. El resultado és un sistema viario de segundo nivel que refuerza los edificios, pero que sirve a la vez para acceder al parque, para aparcar y para generar presencia en las líneas de contacto entre espacio privado y público.

3. Nuevas formas urbanas

El proyecto definitivo que ahora se ejecuta obedece a un modelo difícil de definir que no busca ninguna referencia con los tejidos del entorno y que incluso se puede decir que no constituye un nuevo tejido.

Este hecho no deriva únicamente de su naturaleza central y de su escala, dado que otros proyectos de las mismas características (la Vila Olímpica podría ser un ejemplo) han incorporado una voluntad integradora con el entorno y una concepción clara de tejido en la ordenación del espacio residencial.

En el caso de Diagonal-Mar no sólo los conjuntos terciarios de gran equipamiento, sino también las agrupaciones de vivienda, se presentan con volumetrías muy autónomas. No son las calles las que determinan la posición de los edificios, ni la posición de éstos está fundamentada en las formas de composición habituales en el modelo de ciudad abierta.

De hecho, la tendencia natural de la promoción se digirió en un principio hacia una fuerte desregulación de la forma de la edificación y de las pautas de posición de los volúmenes, con una idea de fijar sólo el trazado viario principal y las áreas donde los conjuntos de viviendas desvinculadas de las calles podían formalizarse con lógicas totalmente autónomas. Como era de prever, los ensayos que desarrollaban esta opción desaconsejaron absolutamente la alternativa y el proyecto tuvo que reorientarse para introducir algunos elementos de orden: trazado de las líneas sobre las cuales situar la edificación, definición desde el plano de los volúmenes singulares en altura; ritmo de los edificios significativos, concreción volumétrica, etc.

En todo caso, la nueva concepción de este espacio residencial, tiene el origen obviamente en las opciones proyectuales, pero también especialmente en los programas de promoción. La idea de los conjuntos de vivienda con sus servicios colectivos anexos que configuran un producto inmobiliario actualmente con mucho mercado y que habitualmente se presentan en áreas residenciales de menos densidad, se proponen aquí dentro de la ciudad.

El resultado final y la buena integración de todos estos elementos dependerá en primer lugar de las pautas normativas de ordenación del plan, pero en este caso muy especialmente de la calidad de la arquitectura, del estándar de la promoción y de la capacidad ordenadora del parque, al que se le confía gran parte de la función estructuradora del conjunto.

 

BIBLIOGRAFÍA

AJUNTAMENT DE BARCELONA. Barcelona. La segona renovació. Sector d’Urbanisme, Ajuntament de Barcelona, Barcelona 1996.

AA.VV. y AJUNTAMENT DE BARCELONA. 1999. Urbanisme a Barcelona. Sector d’Urbanisme de l’Ajuntament de Barcelona, Barcelona, 1999.

BARCELONA REGIONAL. Barcelona, Nuevos Proyectos. Octubre 1999. Barcelona Regional, Ajuntament de Barclona, Barcelona 1999

 

TEXTOS DEL AUTOR CON RELACIÓN AL TEMA

 

AUTORES VARIOS y AJUNTAMENT DE BARCELONA. 1999.Urbanismo en Barcelona. Cap 1.1: Págs.26-29. Sector d’Urbanisme de l’Ajuntament de Barcelona, Barcelona, 1999.