Perspectivas Urbanas / Urban Perspectives

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Carlos Jerónimo Mazza *
DE LO SUBLIME A LO TÉCNICO. LA INCORPORACIÓN DE LA NOCIÓN. DE PAISAJE EN EL PLANEAMIENTO REGIONAL EN ARGENTINA


Y como se sabe que las estructuras del espacio no están en la realidad objetiva sino en el pensamiento que las piensa la deducción es fácil: la ciudad es la dimensión de lo diferente, de lo relativo, de lo consciente, del ego y la naturaleza sublime, es la dimensión de lo trascendente, de lo absoluto, del super-ego.(...)
(...)Digámoslo de una vez: el componente utópico del urbanismo que ya debemos considerar una constante no es más que la última consecuencia de la poética romántica de lo "sublime". Pero hay que recordar que hoy lo "sublime" o lo trascendente aparece sometido al esfuerzo tecnológico del hombre.

(ARGAN, GIULIO CARLO, 1984)
Urbanismo, espacio y ambiente



El territorio como problema y el paisaje como respuesta

La concepción de un Estado promotor del desarrollo, subyacente en los principios del gobierno que se implanta a partir de la revolución de junio de 1943, es acompañada por la generalización de la idea de que era necesario establecer instrumentos de orientación económicos y sociales basados en la planificación (WALDMANN, 1985).[1] La necesidad de apoyarse en directivas planificadas o en la programación de planes, era ya predicado desde mediados de la década de 1930,[2] proponiendo la planificación como mecanismo de transformación y a la vez de control del desarrollo económico y social del país.

Esta posición, arraigada y madurada en la década de 1940, (BERROTARÁN y VILLARUEL, 1995)[3] implicaba partir de la premisa de que el conjunto de problemas a resolver, debían formar parte de un esquema de relaciones totalizador convergiendo a un mismo ordenamiento general (MAZZA, 2004). Así el desarrollo social, la prevención de futuras crisis económicas y la situación del país en la inminente posguerra, la explotación de los recursos económicos y naturales, los problemas demográficos, la solución de la relación ciudad-campo, y el apoyo a la incipiente industrialización y al mejoramiento de la producción agropecuaria, pasan a ser considerados como problemas convergentes, articulados y de resolución conjunta mediante planes. Una de las consecuencias que tuvo este planteamiento fueron los estudios desarrollados por el Consejo Nacional de Posguerra, cuyo resultado fue la propuesta de ordenamiento económico-social presentado en 1945,[4] que conjuntamente con otras medidas, constituyó un basamento para las nuevas políticas.

La idea de que la reorganización territorial era parte sustancial de este proceso se hizo evidente en el accionar de los expertos en planeamiento físico. En simultáneo con las nuevas orientaciones políticas, comienzan los escritos y planes que señalaban la cuestión del desarrollo social y económico como correlato del ordenamiento urbano-territorial y los recursos humanos y naturales, anticipando o desarrollando, en diversos aspectos, las políticas oficiales y modelando conceptual y virtualmente los potenciales resultados de las mismas.

Los expertos en planeamiento recurrieron a conceptos y técnicas disciplinares relacionadas con las experiencias del planeamiento regional, o urbano y rural, provenientes principalmente de Inglaterra, Estados Unidos y Francia, y en algunos aspectos particularizados, también de Alemania y España. Pero estos recursos resultaron insuficientes para interpretar y actuar comprensivamente sobre el territorio, y a fin de superar esta situación de otorgar contenido científico a sus propuestas, y de alinear culturalmente su accionar avanzando en la comprensión de los problemas señalados, recurrieron a distintos principios y conceptos que les permitieran abarcar integralmente la dimensión territorial con el objetivo de abordar su descripción y análisis para posteriores intervenciones.

La necesidad de integración de lo rural con lo urbano, y los lineamientos y propuestas para su planeamiento físico conducente al desarrollo económico y social, pusieron en evidencia la necesidad de abastecerse de recursos instrumentales, conceptuales, estadísticos y operativos —recordemos, por ejemplo, que el Consejo Nacional de Estadísticas y Censos y el Consejo Nacional de Posguerra fueron creados en 1944, y que el primer mapa ecológico del país fue realizado en 1951 por el ingeniero agrónomo griego Juan Papadakis— dirigidos a una interpretación y ordenamiento integrado del territorio objeto de planeamiento. La resolución de problemas tales como la descomposición del conjunto de elementos constitutivos de la totalidad territorial, o la determinación de criterios para la delimitación de la región de planeamiento son ejemplos de la tarea que fue indispensable llevar a cabo para una enunciación integral de las bases del planeamiento regional.

¿Cómo se construyó una noción de paisaje que permitiera resolver estos problemas? ¿De qué ideas se nutrió esta construcción? ¿Cómo se incorporó al planeamiento? ¿Qué impacto tuvo? Estas son algunas de las preguntas que procura responder este trabajo.

Uno de los primeros textos que da cuenta de las reflexiones de los expertos en planeamiento, es el artículo escrito en 1942 por el urbanista uruguayo Mauricio Cravotto en la publicación oficial del Instituto de Urbanismo de la Facultad de Arquitectura de Montevideo, y reproducido en la Revista de Arquitectura, (CRAVOTTO, 1942) donde se delinean los fundamentos de una concepción regional del planeamiento y de la confluencia de conceptos coincidentes en su caracterización.[5] En él, Cravotto indica, luego de señalar que se trabaja ahora "...con una urbanística vital (hombre y suelo)", que:

La concertación de todos estos problemas, sobre un suelo de implantación, mejor dicho, sobre un suelo de composición, con el enfoque de obras del hombre en un paraje, en un espacio, y por el hombre convertido en paisaje; la vital relación entre el agro y la urbe; la localización de industrias en terrenos económicos, a veces cercanos a las vías fluviales, obliga a considerar el planeamiento de la región circundante. (...) debe aprovecharse de un proceso de pocos años atrás, que se conoce con el nombre de "Urbanismo Regional", para enfocar el problema de las descentralizaciones, ...
En el apartado siguiente continúa:
La armonización imprescindible entre todas las aglomeraciones de un país, representa un esfuerzo conceptual, cultural, profesional y político de tal importancia que aquellas personas o entidades que ya han traspasado los cánones de la urbanística vital con su política del suelo, pueden, una vez que perciben el alcance del Urbanismo Regional, entrar en el dominio de este concepto que se ha llamado Geopolítica.
Y citando a Fritz Schumacher[6] prosigue:
Decía Schumacher textualmente en pasada ocasión: "Si se habla en este conjunto de temas, de geopolítica como último contenido del Urbanismo moderno, es que tomamos con toda conciencia un concepto que define una tendencia moderna que, según es notorio, rebasa los límites de aquello que llamamos Urbanismo.
Esta tendencia a tratar los fenómenos del mundo, tiende a poner en primer plano de atención y consideración el método económico-geográfico frente al político-histórico, pues mientras éste falla a menudo en cuestiones de desarrollo, al primero le es dable una norma más natural para dichas cuestiones.
Geografía contra historia, esto no significa, bien contemplado, otra cosa que un intento de volver a la naturaleza.
Geopolítica puede considerarse como nuevo punto de vista para la organización de asuntos —llegados a una confusión sin precedentes de las grandes multitudes que llamamos pueblos de esta tierra.
Al obrar en conjunto los métodos geográficos y económicos, resulta la "política". Resulta ella del suelo y de sus relaciones y no viene a ser otra cosa que política del suelo en el sentido más amplio".
Los conceptos señalados por Cravotto introducen al sistema de relaciones básico entre territorio, paisaje, planeamiento regional y geografía. Con una visión organicista o vitalista aborda la integridad del problema del territorio, interpretándolo como paisaje, articulando los problemas de su ordenamiento con la geografía y con el "urbanismo regional", a fin de concluir en la geopolítica, como política del suelo.

Pero los fundamentos a los que recurre Cravotto encuentran sus orígenes y están presentes en la sedimentación articulada de un conjunto de ideas presentes en el contexto intelectual rioplatense. Las ideas vitalistas, asociadas a las nociones de "paisaje" y de "medio", se asimilan a partir de la influencia de José Ortega y Gasset, a través de sus propios escritos y de la difusión de textos que el filósofo realiza a través de la colección Biblioteca de ideas del Siglo XX, bajo su dirección.

Para Ortega y Gasset, la definición del paisaje como "organismo" relaciona concepciones vitalistas, paisaje y transformación del territorio. Pero esta transformación del "medio", que es "paisaje", es además, expresión de la medida de la "potencia vital" de las sociedades, es decir de la forma, aptitud y capacidad de transformarlo en función de un fin, a partir del "inventario", desagregación, de los objetos que, referenciados en su "sensibilidad" y percibidos selectivamente, lo integran. (ORTEGA Y GASSET, 1920 y 1922).

Estas ideas son también desarrolladas en otros textos difundidos por Ortega y Gasset que asimismo influyen en los expertos en planeamiento. Un ejemplo son los conceptos del biólogo vitalista Jakob von Uexküll, contenidos en el libro Ideas para una concepción biológica del mundo, (UEXKÜLL, 1945), prologado por el propio Ortega y Gasset,[7] que recopila varios escritos, donde se postula, como resultado de estudios e interpretaciones biológicas, la noción finalista de "conformidad a plan" de los organismos naturales y las fundamentales nociones de "mundo interior" (innenwelt) y "mundo circundante" (umwelt), que como veremos, se constituyeron en un insumo organicista fundante de las definiciones de plan y de paisaje en el planeamiento. Precisamente la noción de "mundo circundante" es la que sustenta la afirmación de Ortega referida a la necesidad de comprender el repertorio de objetos que componen el "medio propio" o "paisaje".

En Geopsique (HELLPACH, 1940), también publicado por la Biblioteca de ideas del Siglo XX, libro de Willy Hellpach, profesor de la Universidad de Heidelberg, editado en español en 1940, originalmente en alemán en 1911 y reeditado por cuarta vez en 1935, se estudia la relación entre "hombre y suelo" integrada al paisaje, al clima y a aspectos culturales, incorporando elementos psicosociológicos y antropológicos.

Luego de reclamar una "enérgica desurbanización" que evite que las ciudades sigan transformando el paisaje, aborda problemáticas tales como la geografía de Ratzel y el "espacio vital", argumentando que el elemento originario de todo espacio vital es el suelo y la "ligazón humana al suelo terrestre".

En el apartado "Espacio y pueblo", señala que lo importante es:

No descastar las ciudades, pero si volver a ligar naturalmente al suelo el hombre y a la vida de ciudad, cultivar la constancia del suelo,... . Afirmando: En la relación reciproca de pueblo y espacio culmina, por así decir, el concepto de una "geopsique".
Hellpach completa el abordaje inclusivo de los diversos componentes del ambiente, considerando a estas cuestiones como problemas propios del ámbito de una "ciencia aplicada", la Geurgia, que contempla la transformación de la tierra por el hombre atendiendo a una relación armónica entre ambos, a la que caracteriza de la siguiente forma:

La palabra "geurgia" está formada por analogía a otras, como "liturgia", y significa, etimológicamente: crear en la tierra o, en nuestro sentido, la lucha con ella para darle otra forma, donde sea necesaria; es decir, su transformación.
Las concepciones contenidas al caracterizar la Geurgia, acercan a esta disciplina o "ciencia aplicada" a la idea de planeamiento territorial. Con una base biopsicológica implícita y un abordaje antropológico integral, plantea la articulación indisoluble entre el paisaje, la cultura y la transformación consciente y premeditada del territorio, abordando la modificación del paisaje, y la creación de nuevos paisajes, desde una visión totalizadora y armónica, pero a la vez capaz de modificar las condiciones de vida de una comarca. En "Creación del paisaje" señala que:

La tecnificación de la naturaleza presenta extraordinarios deberes a la transformación del paisaje,... puntualizando: ...los embalses de agua, las canalizaciones, debidamente llevados, pueden hacer la comarca grandiosa, a lo menos bella en un nuevo sentido, en lugar de afearla; toda vieja presa era un enriquecimiento del paisaje, ¿por qué no han de serlo también los modernos embalses? Hemos superado ya la imitación pueril de la naturaleza,...
Como resulta evidente, este conjunto de ideas, al iniciarse la década de 1940, había sido transmitido al repertorio conceptual utilizado para llegar a una noción abarcante del territorio, funcional a las necesidades del planeamiento territorial o regional. Pero su influencia no es sólo verificable en el texto de Cravotto. Los contenidos de Geopsique tuvieron un cierto impacto sobre las posiciones que ante el paisaje y el territorio fueron adoptadas por los distintos especialistas, tal es el caso del urbanista argentino Ernesto Vautier, quien en un artículo sobre planificación del espacio rural, publicado décadas después, al señalar la importancia del paisaje, remite a Hellpach como referente de explicaciones y demostraciones al respecto (VAUTIER, 1983).

En este contexto de reflexiones, la importancia adjudicada a la geopolítica en el artículo de Cravotto, además del valor dado a la misma por los argumentos de Schumacher, no fue ajena a la incorporación de las ideas señaladas. Esta reciente disciplina sintetizó entre sus contenidos varios de los conceptos enunciados, a la vez que produjo un impacto en relación con los estudios y las actuaciones sobre la problemática territorial en tanto constituyó un saber dinámico y prospectivo para actuar sobre el territorio. La geopolítica no sólo fue tenida en consideración en ámbitos civiles y militares[8] para ser aplicada en cuestiones estratégicas sino que también resultó progresivamente eficaz y operativa en cuestiones de organización territorial.

Un ejemplo de la articulación de ideas indicada lo da Jaime Vicens Vives, quién, en su Tratado General de Geopolítica (VICENS VIVES, 1972), incluirá a Geopsique y a Hellpach en lo que denomina "El círculo de las ideas geopolíticas", señalando que en la edición de 1940 influyeron las circunstancias políticas alemanas y los consejos de Karl Haushofer. Según Vicens Vives las posiciones de Hellpach incluyen "cierto determinismo racial" y la observación de que para el hombre.

...sólo dentro de los límites de sus posibilidades (biológicas) caben distintas realidades vitales (ambientales)..., puntualizando que: Geopsique se convierte en el estudio celular de la Geopolítica, al ocuparse del examen de la unidad sangre-suelo como la base futura de su aplicación a las sociedades y a los Estados. Pero argumenta que, "dejando de lado estas premisas", el estudio geopsíquico "ofrece facetas muy sugestivas" al considerar el paisaje con "un valor distinto al del simple paisaje geográfico", adjudicándole al mismo un valor psíquico cuyo conocimiento facilitaría la reordenación de las sociedades mediante la búsqueda racional del clima, y si fuera preciso, la creación de climas y paisajes artificiales.

Podemos considerar, a partir de lo dicho, que es con la incorporación plena de estos conceptos cuando se produce la anexión y la especialización teórica, operativa y técnica de la idea de paisaje en el planeamiento regional argentino. Su condición de fenómeno abarcador del conjunto de los factores que componen el territorio en una visión integrada, generó formas de estudio y comprensión del mismo, a la vez que referencias y pautas de acción aptas para modificarlo.


La concepción del paisaje en el planeamiento

La profundización de estas ideas no se hará esperar en Argentina, y fue en los prolíficos escritos y planes del experto en planeamiento arquitecto José M. F. Pastor donde las mismas se corporizaron. Configuró una noción de paisaje interceptado por distintos contenidos complementarios: consideró las bellezas naturales y las referencias culturales regionales, pero principalmente constituyó un modo de análisis y prospectiva del territorio, un concepto de la región de planeamiento y principalmente un modo técnico de intervención planificada.

En 1946, José M. F. Pastor edita el libro Urbanismo con Planeamiento. Principios de una nueva técnica social (PASTOR, 1946), y en los meses de noviembre y diciembre de 1947 dicta un Curso Básico de Planeamiento Urbano y Rural, publicado en 1950 (PASTOR, 1950) organizado por el Centro de Ingenieros de la Provincia de Buenos Aires, auspiciado por el Ministerio de Obras Públicas de dicha provincia. En ellos Pastor plantea las bases de una concepción del planeamiento regional, a la vez que profundiza, refuerza y completa algunos de los elementos señalados por Cravotto, definiendo lo que constituirá, en la concepción general y en los términos de referencia, la noción de paisaje en el planeamiento regional del período.

Del primero de estos textos resulta importante destacar la propuesta de relacionar y articular en su definición del planeamiento territorial los conceptos de "medio", de la descomposición de este a través de las ideas de Frederick Kiesler, de la noción geográfica de paisaje cultural, de preceptos de la geopolítica, y del regionalismo de Geddes y Mumford.

Luego de resumir las características del planeamiento,[9] señala:

Hoy, repetimos, se vislumbra una nueva concepción biotécnica que parte del hombre considerado como núcleo de las fuerzas que gravitan en su dintorno formando lo que se denomina "medio", "ambiente", o "ecúmeno". (...) La concepción tricotómica del medio en sus expresiones natural, social y técnica es reciente;… (...) Una de las más claras y felices interpretaciones del hombre como centro nuclear de fuerzas ambientales se debe a Fredrick Kiesler quien asimila el papel que el hombre representa en el mundo con el que el núcleo desempeña en el protoplasma de una célula o el átomo de carbono en la molécula de un hidrocarburo. Cada mundo individual está formado por un hombre y las porciones del medio externo que él toma mediante sus órganos sensoriales y sobre las que él actúa mediante sus órganos efectóricos.

fig 1.
Diagrama de F. Kiesler.BR>KIESLER, Frederick: "On correalism and biotechnique. A definition and test of a new approach to building design", en Architectural Record, 1939, número 3, volumen 86, pp. 60-69.



fig. 2
Diagrama de Kiesler reinterpretado por José M. F. Pastor.
PASTOR, José M. F.: "Humanizar el planeamiento", en Nuestra Arquitectura, enero 1946, número 1, p. 5.


Con respecto a la a la geografía y a los auxilios de la geopolítica, luego de establecer relaciones entre conceptos de Ritter, Ratzel, Haushofer y Strauz-Hupé, indica que:

Así, se habla de la integridad del "paisaje cultural" cuya extensión debe determinarse de acuerdo con investigaciones concienzudas de todos los hechos históricos, inorgánicos, y biogeográficos; de esta manera un río jamás puede ser una frontera entre los países, y ni siquiera podría serlo la cuenca toda de dicho río considerada como tierra de nadie. No es difícil relacionar la idea Haushoferiana de paisaje cultural, evidenciado por una unidad de métodos de cultivo, de técnicas constructivas, de arquitectura, de características raciales y lingüísticas, con el concepto de "región" esbozado a principios de siglo por Patrick Geddes y luego desarrollado por Lewis Mumford en su libro "La cultura de las ciudades". Para los expertos en planeamiento, europeos o no, el regionalismo implica antes que nada un profundo estudio de fronteras tanto internacionales como internas de un país, en busca de una "unidad territorial de planeamiento".[10]
Estas referencias serán reforzadas desde lo cultural por Pastor con la apelación al pensamiento del escritor y ensayista argentino Bernardo Canal Feijoó (CANAL FEIJOÓ, 1945), quien señala, no exento de connotaciones organicistas, que:

...elementalmente, la idea de estructura coincide con un nuevo concepto que acaso no pueda imponerse sin una previa rehabilitación de la vieja palabra que pugna por salir a servirlo: la palabra "región" (...) La palabra región resulta así algo mucho más amplio que el hecho político provincial. La regionalización es trascendencia natural y racional de la provincia. Regionalizar debe entenderse que es transportar lo convencional, declarativo y nominal a la idea de sistema geográfico, de interdependencia económica, demográfica, sanitaria, etc.... Es darle o descubrirle una base natural profunda y permanente a lo que no es más que un rompecabezas de pequeñas ficciones contingentes y deficientes. Es, en nuestro caso, granjearse dentro de la gran unidad argentina, una unidad biológica y esencial que, como la de la célula o la del órgano, necesita ser individualmente firme para servir al aparato.
En Canal Feijoó se vinculan vitalismo, regionalismo y planificación, expresándose plenamente estas ideas con motivo de la organización, por parte de este autor, en 1946, del Primer Congreso Regional de Planificación Integral del Noroeste Argentino, en Santiago del Estero.

En el segundo de los textos referidos se completan los conceptos; Pastor, al explicar la idea de "plan", la vincula con las proposiciones del vitalismo y asocia nociones extraídas de los escritos de von Wexküll con la descomposición del medio de Kiesler a fin de lograr una unidad armónica de ese medio. También aborda el problema de la región de planeamiento relacionando el concepto de región, al de paisaje cultural, identificando este último término con la propia idea de región de planeamiento.

Luego de cuestionar el darwinismo y el "monismo haeckeleiano" y de citar positivamente a Karl Ernst Von Baer, a Ortega y Gasset y a Jakob von Wexküll, nos dice:

¿Qué nos enseña la doctrina vitalista de los biólogos?; que todas las manifestaciones de la vida están constituidas "conforme a plan" y que la sociedad humana con todas sus creaciones debe estar conformada a plan para cumplir con eficiencia su misión en la vida; la Biología investiga no sólo las relaciones conformes a plan que implica la estructura interna de cada ser vivo sino también las relaciones conforme a plan que existen entre cada ser vivo en el medio que lo rodea: así como en cada ser vivo los órganos están dispuestos "conforme a plan" , cada ser vivo, junto con su medio circundante, forma también un todo "conforme a plan".

El mundo circundante del Hombre puede contemplarse en líneas generales como un panorama formado de objetos y sujetos naturales, sociales y tecnológicos; …Mundo Natural, Mundo Social y Mundo Tecnológico, se integran en una unidad que constituye el mundo circundante del Hombre; el Mundo Interior —eminentemente subjetivo— de cada Hombre tiene que estar con el mundo exterior objetivo en una relación conforme a plan para que la Trilogía de lo bueno, lo bello y lo verdadero tenga plena validez.
Luego de plantear sus cuestionamientos al darwinismo,[11] afirma que el planeamiento es la tarea de "conformar a plan" los mundos social y tecnológico con el mundo natural, "en una sola unidad tendiente a un fin supremo: la Vida."


fig. 3
Diagrama de José M. F. Pastor realizando una síntesis del diagrama de F. Kiesler con las proposiciones de J. von Wexküll.
PASTOR, José M. F.: Curso Básico de Planeamiento Urbano y Rural. La Plata, Edición especial limitada, Talleres Gráficos de la División Información e Impresiones del Ministerio de Obras Públicas de la Provincia de Buenos Aires, 1950, p. 51.


Al abordar el planeamiento regional y la definición de la región de planeamiento retoma las referencias a la geopolítica proponiendo que:

La idea de Región de Planeamiento es más completa que la de simple región geográfica o geoeconómica. Una nueva rama de la ciencia geográfica denominada Geopolítica, ha esclarecido en mucho el concepto de región, llamándolo "paisaje cultural"; basándose en anteriores estudios de geógrafos y estrategos, los modernos geopolíticos se han esforzado por alcanzar una interpretación más acabada del medio circundante humano para tratar de descubrir, a través del uso que los pueblos han hecho y hacen de los lugares geográficos, la razón de ser de los hechos sociales, políticos y económicos; durante un tiempo, como pasa con el mismo planeamiento, la doctrina geopolítica ha sido vituperada y despreciada, por el hecho de que fueron los alemanes quienes más énfasis hicieron en este tipo de estudio, derivando de él su tema del "lebens-raum" o "espacio vital"; pero lo cierto es que, juzgada la geopolítica sin prejuicios, se convierte en poderoso auxiliar del planeamiento, al que aporta la idea de "paisaje cultural", que es la base geográfica, sociológica y tecnológica de la región de planeamiento;...
(...) lo que interesa sí es comprender que sobre tal tipo de parcelación del planeta en que vivimos debe instaurarse un consenso de remodelación del ambiente circundante que no contradiga los naturales panoramas geográficos cuyo uso por parte de los hombres debe ejercerse según una acción conjunta, configurada en una unidad orgánicamente conforme a plan y tendiente a un fin común, concretamente expresado y sostenido por todo el pueblo que forma parte de ese panorama indivisible, que es el "paisaje cultural" o "región de planeamiento" como ya la podemos llamar así.
El curso culmina con la organización, en la provincia de Buenos Aires, de regiones básicas de planeamiento sustentadas en el concepto, existencia y localización de metrópolis regionales.

Una primera aproximación a lo propuesto por Pastor nos remite, en principio, a distinguir dos aproximaciones paralelas y ensambladas en relación con el paisaje. La primera está dada por la referencia a conceptos provenientes del vitalismo, con especial atención a Jakob von Wexküll, combinados con las teorías biotécnicas de Frederick Kiesler. La segunda, complemento indispensable de la anterior en los argumentos desarrollados por Pastor, relaciona principios y elementos del regionalismo y el planeamiento regional, especialmente de Patrick Geddes y Lewis Mumford, de la geografía regional, de la geografía del paisaje y de la geopolítica, esquema en el que la noción de "paisaje cultural", concepto vinculado a la geografía del paisaje, aparece como articulador de la noción de región de planeamiento, geográfica y geopolítica.

Pero también estas ideas se articulan entre si en distintas direcciones; como ya se ha señalado, Lewis Mumford establece que el regionalista debe planear la región procurando que todos los lugares puedan desarrollarse equilibradamente y que la población aproveche las ventajas naturales en lugar de anularlas, "considerando a la gente, la industria y la tierra como una sola unidad". Pero estas ideas encuentran referentes cercanos, como es el caso de Patrick Geddes con su trilogía "lugar, trabajo, gente"; o relativamente próximos, como es el caso del arquitecto austriaco Frederick Kiesler.

Frederick Kiesler en su ensayo titulado "On correalism and biotechnique. A definition and test of a new approach to building design" (KIESLER, 1939), presenta al hombre como núcleo de un campo definido por el "entorno" (enviroment) "humano, natural y tecnológico".[12] En este texto Kiesler establece que el hombre es "herencia más entorno", y en un diagrama ilustrativo indica la constante mutua influencia de la totalidad del entorno con el hombre y la continua interacción de cada una de las partes constitutivas entre si, es decir, "entorno humano", "entorno natural" y "entorno tecnológico" de manera recíproca. Esta descomposición del entorno o ambiente y la noción de interacción de sus elementos constitutivos agrupados, no sólo facilitan una lectura del funcionamiento ambiental, sino que permiten establecer bases para una concepción del ambiente relacionándolo con la transformación de ese medio.

En la combinación de las teorías de Kiesler y de los elementos aportados por las diversas concepciones de un vitalismo avalado cultural, intelectual y científicamente se configura una noción de paisaje que permitirá definir y descomponer el territorio para su estudio, generar un sustento teórico y justificar técnicamente las acciones a través de la idea de plan. Estos aportes no son menores si se considera que plasmaron la forma de gran parte de los estudios territoriales previos a las propuestas que se realizaron en los planes, conformando una suerte de "expediente regional" al traducirse en análisis geológicos, agronómicos, edafológicos, geográficos, hidráulicos, pluviométricos, atmosféricos, demográficos, socioeconómicos, productivos, de uso del suelo, etc., en un país y en una disciplina que carecían de un uso recurrente, sistemático e institucionalizado de estos datos y estudios, redimensionando y transformando las formas habituales de realización de los mismos. A su vez este estudio pormenorizado pero también totalizador, con base en disciplinas y métodos científicos, del "medio circundante" o "ambiente", parece crear las bases de lo que llegarán a ser los estudios ambientales.

Complementariamente, Pastor apela al concepto de "paisaje cultural" a fin de estudiar y delimitar una región, la región de planeamiento. Pero por ser esta una región sobre la que se va a desarrollar una transformación planificada, es decir, una región que no se estudiará y delimitará estáticamente, sino que configura un ámbito sobre el que se va a intervenir activamente y con criterios técnicos, basados en políticas públicas relacionadas con estrategias de desarrollo, dicho concepto estará enmarcado en los supuestos sobre la dinámica, la aptitud prospectiva, táctica u operativa, y la condición estatal inherentes al saber geopolítico.

La particularidad de lo propuesto por Pastor al relacionar ambas nociones de paisaje, la proveniente de la articulación de las reflexiones de Kiesler y von Wexküll y la de los conceptos geográficos y geopolíticos de región y de paisaje cultural, reside en la utilización de la morfología geocultural como el elemento central que le permite delimitar espacialmente la región a planear. Tanto será así que propone prácticamente utilizar "la idea Haushoferiana de paisaje cultural" como sinónimo de la de "región de planeamiento" pero independiza, hasta cierto límite, la caracterización de lo preexistente de las posibles acciones del plan, ya que las futuras estrategias estarán signadas por la "armonización" de los desfasajes del "mundo circundante" en sus expresiones social, natural y tecnológica de "conformidad a plan". La búsqueda de esta articulación puede ser considerada como el recurso lógico para evitar el determinismo del paisaje cultural sobre las propuestas del propio plan.

La vinculación de ambas nociones de paisaje está dada no sólo por la común referencia a conceptos y elementos orgánicos, naturales o biológicos, o por su complementariedad operativa, sino también por su afinidad conceptual, ya que los elementos de la idea tricotómica del medio propuesta por Pastor, basado en Kiesler, son aquellos que conforman los fundamentos conceptuales de la región y a la vez del paisaje cultural. Esta concepción del paisaje permite establecer los alcances del plan como una unidad integral de acción sobre el territorio para la corrección de disfunciones y desequilibrios entre los factores naturales, sociales y técnicos, que conforman el "medio circundante", articulándolos con la transformación del espacio regional, a través de su ordenamiento, con el fin de promover el desarrollo económico y social de la región planificada.


Alcances y efectos

En relación con la utilización efectiva de la noción de paisaje presentada por Pastor cabe señalar que nutrió al planeamiento regional de principios científicos de mayor rigor en el abordaje de la dimensión territorial, y que si bien sus propiedades resultan susceptibles de debate al referirlas al los resultados concretos de la disciplina, no sucede lo mismo con los análisis previos, producto del estudio del medio natural, social y técnico, que como consecuencia de este enfoque se promovieron.

Puede señalarse que los logros obtenidos en la calidad de los exámenes territoriales se irán superando en los sucesivos planes, llegando, en varios casos, a ser sumamente completos, precisos, y llevados a cabo por los expertos más notables del país, generando propuestas de transformación territorial fundamentadas analíticamente. Un ejemplo de este proceso puede verse al comparar el desarrollo y referencias en los estudios preliminares realizados por el mismo autor para dos anteproyectos de planes, uno de 1944 y otro de 1951.

En 1944 José M. F. Pastor y Roque J. Prats desarrollaron la propuesta teórica del Plan para la Ciudad Industrial de Nahuel Huapí (PRATS y PASTOR, 1945), que en 1945 recibió el Gran Premio de Honor del Salón Nacional de Arquitectura. En este plan, enmarcado en los conceptos del planeamiento regional, Prats y Pastor aplican algunos de los conceptos vistos más arriba, particularmente al abordar la problemática de la escala territorial.

Además de la consideración de algunos elementales aspectos en la propuesta propiamente dicha, esta aplicación se hace notoria en el estudio del territorio y sus transformaciones, donde si bien para su análisis no se contaba con los instrumentos estadísticos, técnicos y conceptuales necesarios, se procuró cubrir estas deficiencias a través de diversos informes previos, destacándose el de la comisión hidrológica dirigida por el geólogo estadounidense Bailey Willis, que estudió el norte de la Patagonia entre 1911 y 1914 por mandato del ministro Ezequiel Ramos Mexía, y las consideraciones, prospectivas y recomendaciones contenidas en el libro, editado originalmente en 1934, La Patagonia y sus problemas, del general José María Sarobe. Precisamente, Prats y Pastor localizan la Ciudad Industrial de Nahuel Huapí en el mismo sitio propuesto por Bailey Willis (SAROBE, 1943) para una ciudad con funciones similares.


fig. 4
Plan para la Ciudad Industrial de Nahuel Huapí. Estudio de los Recursos Naturales de la Región. Estudio utilizado en el plan realizado por Prats y Pastor, recurriendo al inventario de recursos naturales llevado a cabo por la Comisión presidida por Bailey Willis.
PRATS, Roque y PASTOR, José M. F.: "El Planeamiento del Territorio Argentino. Ciudad Industrial de Nahuel Huapí", en Revista de Arquitectura, agosto de 1945, número 296, p. 314.



fig. 5
Plan para la Ciudad Industrial de Nahuel Huapí. Estudio del Elemento Geográfico-Emplazamiento de la Ciudad.
PRATS, Roque y PASTOR, José M. F.: "El Planeamiento del Territorio Argentino. Ciudad Industrial de Nahuel Huapí", en Revista de Arquitectura, agosto de 1945, número 296, p. 306.



fig. 6
Plan para la Ciudad Industrial de Nahuel Huapí. Organización del Área Metropolitana. Esquema Urbano y Rural para la Zona Sudeste del Lago Nahuel Huapí.
PRATS, Roque y PASTOR, José M. F.: "El Planeamiento del Territorio Argentino. Ciudad Industrial de Nahuel Huapí", en Revista de Arquitectura, agosto de 1945, número 296, p. 318.


En 1951 Pastor, conjuntamente con el ingeniero José Bonilla y el arquitecto Alfredo P. Etcheverry, realiza el estudio territorial para el anteproyecto de un plan que afectaría una superficie de 270 has., expropiadas en 1950 en la localidad de Tandil, aplicando estos conceptos. Es posible ver en estos estudios cómo se van precisando, ampliando y profundizando las investigaciones y exámenes científicos sobre el medio natural a la vez que se especifican los criterios de desarrollo socioeconómico, demográfico y cultural.

Partiendo del esquema de posibles regiones básicas de planeamiento de la Provincia de Buenos Aires planteado en el curso de 1947, se desarrolla una ampliación del mismo para abordar la problemática de la región serrana. Pero, en lugar de establecer la división regional de la provincia de acuerdo a la existencia de metrópolis regionales, la reelaboración realizada en 1951 organiza el territorio en función de la demarcación de regiones turísticas provinciales definidas por su paisaje.

Este plan contien, como uno de sus principales elementos, la propuesta y localización de un dique y lago con el fin de prevenir las periódicas inundaciones de la ciudad, lo que requirió de estudios geológicos y pluviométricos, y es presentada en la memoria de los estudios realizados como un nuevo ámbito de atractivo y desarrollo turístico a la vez que de esparcimiento local. Así mismo se establece una clasificación, determinada en base a estudios agronómicos y de tendencias de localización de la población urbana, de las tierras no aptas para la producción agrícola, tierras que son destinadas a reserva, explotación o vivienda turística, y las tierras aptas para la producción sobre las que pesa la prohibición de otros usos. Quién efectúa los estudios geológicos específicamente implementados para el área de intervención del plan es el notable geólogo argentino Dr. Mario H. Teruggi, tomándose los datos demográficos, pluviométricos y agronómicos de organismos oficiales, algunos de ellos de reciente desarrollo o creación..

En estos planes no aparecen áreas de naturaleza intocada, si de reserva, poniendo énfasis en la relación entre lo urbano y lo rural, preservando de ocupación edilicia la tierra productiva, proponiendo obras de infraestructura regionales y estableciendo sectores de calidad y apreciación paisajística en tierras improductivas que incluyen en su visión el panorama del campo trabajado.


fig. 7
Posibles Regiones Básicas de Planeamiento en la Provincia de Buenos Aires determinadas por la existencia de Metrópolis Regionales.
PASTOR, José M. F.: Curso Básico de Planeamiento Urbano y Rural. La Plata, Edición especial limitada, Talleres Gráficos de la División Información e Impresiones del Ministerio de Obras Públicas de la Provincia de Buenos Aires, 1950, p 147.



fig. 8
Plan para Tandil. Plano de José M. F. Pastor estableciendo Áreas Turísticas Regionales determinadas por el paisaje.
José M. F. Pastor: Plan para Tandil, 1951. Inédito. Archivo José M. F. Pastor, IAA. FADU. UBA.



Algunas consideraciones finales

Seguramente resultará conocida la influencia de la filosofía vitalista en algunas concepciones del planeamiento urbano o territorial, como por ejemplo en las ideas de Mumford, Schumacher y Poëte, y la significativa importancia del alcance de las reflexiones de Bergson en el pensamiento de Bardet. Posiblemente también lo sean las referencias a la geografía regional o del paisaje, o la recurrencia a la noción de paisaje cultural en el planeamiento alemán. Pero lo aquí planteado adquiere significación a partir de la complejidad de las relaciones propuestas en el marco de una construcción específicamente generada con la finalidad de aportar bases culturales, teóricas y principalmente técnicas, para la acción del planeamiento regional, y cuya singularidad reside en la síntesis con la que es resuelta la heterogeneidad de sus componentes para concebir, caracterizar y fundamentar, en una totalidad integradora, una noción de paisaje funcional a esas necesidades.

Nociones y conceptos que persistirán en el tiempo, modificados o tomados parcialmente por parte de otros expertos o teóricos del planeamiento, y que además constituirán una de las bases de posteriores estudios ambientales a partir de la concepción del paisaje y del "medio circundante" como "ambiente". En los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial la escuela geopolítica y geográfica alemanas serán paulatinamente dejadas de lado, y se recurrirá a otros referentes de la geografía del paisaje, como por ejemplo Carl Sauer, y en este aspecto el planeamiento no constituirá una excepción. Resulta notoria, en diversos planes urbanos y regionales, una recurrencia a estos conceptos de paisaje definida en base a los estudios de la escuela geográfica francesa, principalmente Paul Vidal de la Blache, así como también es posible detectar contenidos relativos a la filosofía vitalista, pero próximos al pensamiento bergsoniano.

La incorporación de metas relacionadas con la promoción del desarrollo social y las políticas públicas, que a su vez constituía una problemática central e inherente a la propia esencia del planeamiento regional o integrado, obligó a la profundización de estudios y estrategias vinculadas con la potencialidad del territorio y con los objetivos de las intervenciones a llevarse a cabo en este sentido. Siendo tal vez en este campo donde el desarrollo de esta concepción del paisaje, y su incidencia en los análisis, prácticas y técnicas referidas al suelo y al territorio efectuó su mayor aporte.

En el señalado contexto de precariedad o de incipiente evolución de los estudios sociales, naturales y territoriales en Argentina, la redefinición del paisaje, a partir de la relación entre medio natural, medio social y medio tecnológico, implicó una transformación al ser incorporada a las bases del planeamiento urbano-rural o regional, paradigma que también constituía una novedad. Esta aproximación, complementada y articulada con la de la noción de paisaje cultural, no sólo permitió resolver el problema de la delimitación y caracterización de la región de planeamiento, sino que también posibilitó referencias conceptuales, operativas, geoculturales y ambientales que incidieron y ampliaron el proyecto y la dimensión técnica del plan.

A partir del proceso reseñado, el paisaje en el planeamiento regional se consolida, por una parte, como una manifestación icónica, una imagen percibida o una situación sublime. Por otra, constituye y define un estudio sistemático y científico del suelo y de la región que configura una síntesis de las condiciones y posibilidades territoriales. Por último, en tanto elaboración resultante del plan, recreándose como representación, conforma la composición e integración condensada, conceptual y técnica de sus objetivos y un montaje virtual de las metas de desarrollo propuestas.


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NOTAS
1. Señala que: El Estado se convirtió en planificador y promotor del desarrollo nacional en todos los aspectos esenciales. (p. 79). Ya no se consideraba a sí mismo como guardián y como instancia de control del progreso nacional, sino como su conductor y verdadero motor. (p. 229).

2. Un ejemplo de ello lo constituyen las voces del general José María Sarobe, quien en 1934 publica su trabajo La Patagonia y sus problemas, (reeditado en 1943), donde aboga por la organización del territorio patagónico y propone un plan de desarrollo para esa región, e impulsa en 1942 un plan económico para la nación, Política Económica Argentina, (editado por la Unión Industrial Argentina); y la de Alejandro Bunge en Una nueva Argentina, publicado en 1940.

3. Indican que la idea y la defensa de la planificación, el redimensionamiento del Estado y el crecimiento industrial constituían un patrimonio de la época que se acentuará en los primeros años de la década de 1940.

4. Consejo Nacional de Post-guerra. Plan de ordenamiento económico-social. Sobre la tarea de recopilación de información y de material estadístico realizada por este y otros organismos señala Waldmann: El material estadístico existente era en parte incompleto y, en parte, perimido. Por ejemplo no había datos demográficos precisos; no se podía tener una idea clara acerca del número de pobladores y de su distribución. (WALDMANN, 1985, pp. 80 y 81).

5. Las palabras en negrita corresponden al original del texto. pp. 293 y 294.

6. Con respecto a los planes elaborados por Schumacher, específicamente los de Hamburgo y Colonia, Gravagnuolo plantea que: Un inciso aparte se impone para los proyectos a gran escala elaborados en esos mismos años por Fritz Schumacher para las áreas metropolitanas de Hamburgo y Colonia. En dichos planes no sólo queda exaltada la estrecha complementariedad entre el armazón urbano y el hábitat agrícola, sino, que la propia técnica de representación gráfica llega a mostrar una acentuada analogía con las formas de las hojas y las flores. La alegoría orgánica alcanza aquí su límite extremo. (GRAVAGNUOLO, 1998, p. 139).

7. Ortega y Gasset dice en el prólogo a la edición de 1922: En el presente libro de von Wexküll hallará el lector, sobriamente expresado, un sistema de ideas biológicas que representa mejor que ningún otro la manera actual de acercarse a los problemas de la vida. Culminando: Debo declarar que sobre mí han ejercido desde 1913 gran influencia estas meditaciones biológicas. Esta influencia no ha sido meramente científica, sino cordial. No conozco sugestiones más eficaces que las de este pensador, para poner orden, serenidad y optimismo sobre el desarreglo del alma contemporánea.

8. Desde comienzos de la década de 1940 se registra una importante difusión de textos en español relativos a la geopolítica, encontrándose traducciones y escritos publicados en el ámbito nacional o latinoamericano.

9. El planeamiento, técnica coordinadora que abarca todo el territorio de una nación, se desdobla en dos aspectos, urbano y rural y es el remedio drástico para conjurar la antítesis campo versus ciudad; no es una abstracción y mucho menos una utopía sino realidad geográfica y social. (PASTOR, 1946, p. 95)

10. En cursiva en el original.

11. Idem nota 9, p. 48. Si se desentraña a ambos: "laissez-faire" y "economía dirigida", se los identifica rápidamente pues son hijos de una misma postura mental y moral: el materialismo. La filosofía del "dejad hacer, dejad pasar" y la filosofía del "espacio vital" por ejemplo, tienen el mismo pie darwiniano y determinista; cuando los liberalistas a ultranza hablan de la libre competencia, sin ningún control y con el único incentivo de las ganancias o cuando los geopolíticos como Ratzel explican sus teorías del lebensraum y las leyes de expansión del mismo, no son ellos quien hablan sino Darwin, Haeckel, Spencer y toda la pléyade de filósofos del monismo finisecular.

12. Las ideas de Kiesler son también comentadas por José M. F. Pastor. (PASTOR, 1946) (b).

(*) Docente Investigador. Centro de Estudios Históricos Arquitectónico-Urbanísticos. Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño. Universidad Nacional de Mar del Plata, Argentina